"El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta "el modo imperativo". Yo siempre aconsejé a mis estudiantes que si un libro les aburre lo dejen. Que no lo lean porque es famoso o porque es moderno o porque es antiguo. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz". Jorge Luis Borges

viernes, 29 de julio de 2011

No me gustan los gatos.. dice él!


La primera vez que escuche de Damian fue un Lunes, al llegar a la oficina mi jefe, el SrRamón me comentaba que por su casa habían aparecido dos gatos pequeños y muy, pero muy flaquitos, adjunto a esto me decía que el no le gustaban los gatos para nada, pero que su hijo, Alex tiene un interés especial por los animales, todos incluyendo los gatos.

Al pasar un par de días me decía que los mininos seguían en el área y que estaba casi seguro que Alex tenía que ver algo en eso, finalmente y 4 días después que los gatitos aparecieron me dice que una vecina les comentó que habían sido arrojados a la calle junto con su mamá pero que ésta fue atropellada y que eran más pero que no sabía que sucedió con los otros, creo que esto tocó el corazón del SrRamón, ese día también me dijo que les había improvisado una caja con algunas piezas de ropa para que no les diera frió y que les estaba poniendo leche y comida, a pesar de que su casa físicamente no tiene las condiciones para tenerlos y de que tiene un perro de raza grande.

Entre varias conversaciones que se dieron en la oficina de como ayudar a estos bebés, una tarde se decidió que serían llevados a Spay para su operación (costeadas por el SrRamón) y que yo me los llevaría a mi casa en calidad de hogar temporal. Tristemente no toda la historia es color de rosa, a la mañana siguiente uno de los gatitos amaneció muerto en la entrada de la casa, sin muestras de sangre ni nada por el estilo, aún no nos explicamos que pudo haberle pasado pero falleció, justo un día antes de que yo me los llevara.

Finalmente sólo quedó uno. Ahora ya tiene un nombre, se llama Damian, vive temporalmente en mi casa, esta saludable y es un gatito cariñoso, a pesar de con sólo dos meses de vida ha sufrido en carne propia lo dura que es la calle, el sobrevivió y esta agradecido con todos los que lo han ayudado, ahora sólo espera ansiosamente por alguien que le termine de dar un final feliz a esta historia de sobrevivencia que se repite día tras día en las calles de Panamá, en donde lastimosamente muchas personas prefieren apartar la mirada ante el sufrimiento y el hambre de perros y gatos callejeros.

Al preguntarle al SrRamón sobre porqué ayudó a estos gatitos, su respuesta se mantuvo en "no me gustan los gatos" pero con una sonrisa picara que demuestra lo contrario y luego con un comentario para reflexionar dijo "Jenny, es que uno tiene que ser HUMANO y tener corazón!" mi moraleja: no es necesario ser una fundación u organización, no es necesario tener mucho dinero, ni siquiera es necesario ser un amante apasionado de animales, lo único que se necesita para ayudar a un animalito es dejar la indiferencia y tener corazón.

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